Se especula con una elección reñida entre Emanuel Ginóbili, Luciana Aymar, Juan Curuchet, Santiago Fernández y Carlos Espínola, último en recibir el honor
Hoy será un día importante para el Comité Olímpico Argentino (COA): esta noche, en su sede del centro porteño, se elegirá al abanderado de la delegación argentina para la apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín.
Entre las especulaciones, sobresalen cinco nombres para recibir ese honor: el basquetbolista Emanuel Ginóbili, la Leona Luciana Aymar, el ciclista Juan Curuchet, el remero Santiago Fernández y un último atleta que nadie se anima a descartar: el windsurfista Carlos Espínola, que ya fue distinguido en Sydney 2000 y en Atenas 2004. De ese quinteto surgirá el privilegiado, aunque hasta hoy, todavía, hay tiempo para proponer candidatos.
¿Cómo se elige a los abanderados? Los 19 jefes de equipo, representantes de los deportes que estarán en los Juegos por la Argentina, proponen al candidato designado por su federación. Luego, cada uno emite su voto secreto en una urna. Si no hay unanimidad, se realizan nuevas rondas de votaciones hasta alcanzar una definición. Cabe destacar que el Comité Olímpico Argentino es prescindente del sufragio y tampoco puede hacer pública una preferencia; no tiene ni voz ni voto.
Hace cuatro años, antes de la cita olímpica en Atenas, Espínola se impuso por apenas un voto (9-8) sobre Curuchet, que acababa de obtener la medalla dorada en la prueba americana del Mundial de pista de ciclismo, en Australia, y que ahora irá por sus sextos Juegos consecutivos. En aquella oportunidad, en ruedas sucesivas, fueron quedando en el camino el tenista Guillermo Coria, Aymar, el palista Javier Correa y Manu Ginóbili.
Esta elección promete una vez más una pelea reñida, sobre todo porque convive una diversidad de criterios a partir del distinto espíritu de las disciplinas, ya que algunas rozan lo profesional. Además, no es fácil adivinar cuál será el elegido por cada jefe de equipo, ya que éstos tienen la facultad de presentar la moción por un atleta que no forme parte de su disciplina, y hasta incluso pueden votar en blanco.
Lo particular sucedió alrededor de Juan Curuchet. En una carta abierta hecha pública el sábado último, el marplatense, de 43 años, expresó su deseo de ser el abanderado de la delegación albiceleste.
El texto completo de la misiva está dirigido a los amigos y jefes de equipo y dice lo siguiente: "¿Me ayudás a cumplir un sueño? Estoy llegando a mis sextos y últimos Juegos Olímpicos. Tengo la plena conciencia del deber cumplido. Valoro mis raíces, mi gente, mi tierra, tal cual es, pero trabajando siempre para mejorar y competir en el mundo sin prisa, pero sin pausa, pedal a pedal... Llevo la bandera en mi piel y en mi sangre, permítanme mostrarla al frente de nuestra delegación argentina, que llevará un auténtico mensaje de amor a la patria y al deporte. Las agujas del reloj están golpeando mi puerta. ¡Ayúdenme a cumplir mi sueño! Juan Esteban Curuchet, 43 años, ciclista".
Entre deseos y especulaciones, los atletas ya viven la cuenta regresiva para un momento único en sus carreras.
Entre las especulaciones, sobresalen cinco nombres para recibir ese honor: el basquetbolista Emanuel Ginóbili, la Leona Luciana Aymar, el ciclista Juan Curuchet, el remero Santiago Fernández y un último atleta que nadie se anima a descartar: el windsurfista Carlos Espínola, que ya fue distinguido en Sydney 2000 y en Atenas 2004. De ese quinteto surgirá el privilegiado, aunque hasta hoy, todavía, hay tiempo para proponer candidatos.
¿Cómo se elige a los abanderados? Los 19 jefes de equipo, representantes de los deportes que estarán en los Juegos por la Argentina, proponen al candidato designado por su federación. Luego, cada uno emite su voto secreto en una urna. Si no hay unanimidad, se realizan nuevas rondas de votaciones hasta alcanzar una definición. Cabe destacar que el Comité Olímpico Argentino es prescindente del sufragio y tampoco puede hacer pública una preferencia; no tiene ni voz ni voto.
Hace cuatro años, antes de la cita olímpica en Atenas, Espínola se impuso por apenas un voto (9-8) sobre Curuchet, que acababa de obtener la medalla dorada en la prueba americana del Mundial de pista de ciclismo, en Australia, y que ahora irá por sus sextos Juegos consecutivos. En aquella oportunidad, en ruedas sucesivas, fueron quedando en el camino el tenista Guillermo Coria, Aymar, el palista Javier Correa y Manu Ginóbili.
Esta elección promete una vez más una pelea reñida, sobre todo porque convive una diversidad de criterios a partir del distinto espíritu de las disciplinas, ya que algunas rozan lo profesional. Además, no es fácil adivinar cuál será el elegido por cada jefe de equipo, ya que éstos tienen la facultad de presentar la moción por un atleta que no forme parte de su disciplina, y hasta incluso pueden votar en blanco.
Lo particular sucedió alrededor de Juan Curuchet. En una carta abierta hecha pública el sábado último, el marplatense, de 43 años, expresó su deseo de ser el abanderado de la delegación albiceleste.
El texto completo de la misiva está dirigido a los amigos y jefes de equipo y dice lo siguiente: "¿Me ayudás a cumplir un sueño? Estoy llegando a mis sextos y últimos Juegos Olímpicos. Tengo la plena conciencia del deber cumplido. Valoro mis raíces, mi gente, mi tierra, tal cual es, pero trabajando siempre para mejorar y competir en el mundo sin prisa, pero sin pausa, pedal a pedal... Llevo la bandera en mi piel y en mi sangre, permítanme mostrarla al frente de nuestra delegación argentina, que llevará un auténtico mensaje de amor a la patria y al deporte. Las agujas del reloj están golpeando mi puerta. ¡Ayúdenme a cumplir mi sueño! Juan Esteban Curuchet, 43 años, ciclista".
Entre deseos y especulaciones, los atletas ya viven la cuenta regresiva para un momento único en sus carreras.
La Nacion
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