A pocos días de que comiencen los Juegos Olímpicos de Beijing , cada delegación comienza a hacer las cuentas. Algunos pronostican una gran cosecha de medallas, como España (“Serán los mejores resultados de la historia”). Pero otros avecinan un futuro poco prometedor. En la segunda opción está la Argentina. Pero, ¿de cuánto sirve ganar una medalla?
El debate lo abre la revista Maxim. Más allá del éxito personal de los deportistas, ¿cuánto vale subirse al podio? Dos opiniones se contraponen.
Marcelo Gatman va por el lado del “si”. “Ganar medallas olímpicas es importante, aunque más no sea para cambiar el humor de la gente”, sostiene el periodista deportivo. Y agrega que “también es importante para que no gane otro”.
Pero uno de los protagonistas del programa radial “¿Cuál es?” se baña de realismo a la hora del análisis. “Nada va a variar en cuanto a las políticas deportivas a pesar de cosechar un buen numero de doradas. Pase lo que pase en las Olimpíadas, nada va a variar mucho”.
En la otra vereda se para Raúl Castells: “Ojalá que nuestro país no gane ninguna medalla olímpica”, tira. ¿La razón? El piquetero la explica. “El esfuerzo individual de nuestros representantes será utilizado por los políticos de turno para tapar los serios problemas que tenemos en cuanto a la organización deportiva”.
En una visión más profunda, Castells sostiene que “acá sólo se privilegia al deporte con fines mercantilistas, para las elites”. Entonces, para el líder piquetero lo que habría que hacer, en vez de mandar representantes a las Olimpíadas, es darle real apoyo económico a las escuelas y universidades para que fomenten el deporte.
Sin embargo, la visión de los deportistas lejos está de estas dos opiniones. Apoyados o no, a ellos lo único que les interesa es la gloria deportiva. Es que exceptuando las grandes estrellas del deporte profesional, el resto son nombres casi desconocidos para la cultura general y todo es a pulmón.
MinutoUno
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