Lucas Vila y Juan Martín López le contaron a Clarín.com qué significó la medalla de bronce conseguida en el Champions Trophy, tras haber quedado afuera de los Juegos Olímpicos. "Hay que demostrar que no fue casualidad", agregó el entrenador del seleccionado masculino de hóckey sobre césped, Carlos Retegui.
Buenos recuerdos son los que guarda el estadio del HC Club Rótterdam, para algunos integrantes del actual seleccionado masculino de hóckey sobre césped. Por ejemplo para Lucas Vila y Juan Martín López, más conocidos como el Colo y el Gato, quienes formaron parte de aquel grupo que bajo la dirección técnica de Pablo Lombi logró el primer campeonato mundial Junior para la Argentina. Casi tres años después, en esa misma cancha -pero esta vez con el seleccionado mayor y dirigidos por Carlos El Chapa Retegui - ambos consiguieron la mejor ubicación en un Champions Trophy para el hóckey nacional masculino, al quedarse con la medalla de bronce. "El primer partido, cuando entramos a la cancha, con algunos de los chicos del Mundial Junior nos agarró una sensación especial. Sabíamos que era muy difícil repetir el título pero llevarnos una medalla a la Argentina en un Champions Trophy después de lo que había pasado (no haberse clasificado a los Juegos Olímpicos de Beijing) era muy importante", contó el Gato López, defensor del equipo argentino.El Colo Vila también se refirió a ese duro momento en el Preolímpico y aseguró que fue la mejor manera de reponerse de un golpe tan duro. "Tras haber quedado afuera de los Juegos, necesitábamos un premio como éste. Le jugamos a los mejores equipos del mundo de igual a igual y hasta superamos a muchos de ellos. Hicimos un muy buen papel y encontramos el juego que buscábamos", resumió el delantero, autor de un gol de córner corto en el torneo. Ambos le dedicaron un espacio al Chapa Retegui, quien recientemente se convirtió en entrenador tras la salida de Cachito Vigil. Contra él tuvieron varios duelos en el Torneo Metropolitano, en los partidos entre Banco Provincia y San Fernando. "La mayoría de nosotros ha llegado a jugar con él. Recién ahora está en su nuevo rol, y nos estamos conociendo. Pero en poco tiempo, dos torneos, sacamos resultados muy buenos y eso nos da mucha confianza en este nuevo camino", coincidieron. El entrenador también habló con Clarín.com."Estoy orgulloso y feliz. Es uno de los momentos más importantes de mi vida. Disfruté la solidaridad y el amor propio que tuvo el equipo, la entrega total del grupo. Fue determinante que haya unión y solidaridad. Jugamos un Champiosn Trophy de una manera espectacular y debemos demostrar que no fue una casualidad. La verdad que es un sueño del que no quiero despertar", rememoró el Chapa. Tal vez el gran juego demostrado en el Trofeo de Campeones de Rotterdam (Holanda) llegó demasiado tarde. Lo cierto es que este grupo -acostumbrado a estar en los Juegos Olímpicos- tendrá que esperar y concentrarse en mantener su excelente nivel. Al menos, potencial tiene de sobra.
Clarin
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