El jefe de medios Kevan Gosper admitió que no pueden hacer nada frente a las decisiones del gobierno chino; fuerte oposición de los periodistas
PekIn (DPA).- Los dirigentes del Comité Olímpico Internacional siguen demostrando cierta impotencia frente a las medidas del gobierno chino, decidido a que las cosas se hagan como le gusta y le conviene. Ahora quedó en el ojo de la tormenta la determinación de ejercer censura y las restricciones en el uso de Internet para los 25.000 periodistas extranjeros acreditados para los Juegos Olímpicos.
De esta manera, el COI incumplió su promesa de tener unos Juegos sin censura. "Estoy decepcionado de que el acceso no sea mayor. Pero no puedo decirles a los chinos lo que deben hacer", dijo resignado Kevan Gosper, el jefe de la comisión de prensa del COI, en declaraciones al diario South China Morning Post , de Hong Kong. Las barreras impuestas para ingresar en páginas vinculadas con organizaciones de derechos humanos, con tibetanos o con contenidos críticos del gobierno chino causaron indignación en la centro de prensa, donde se hablaba de "incumplimiento de palabra".
El australiano Gosper se disculpó por haber creado confusión con sus declaraciones de abril último, cuando aseguró que Internet no sería censurada para los periodistas extranjeros, al menos en el centro de prensa. Además, dos semanas atrás, el presidente del COI, Jacques Rogge, aseguró lo mismo en una entrevista con DPA. "Me dijeron que algunos representantes del Comité Olímpico negociaron con China sobre las barreras a algunas páginas web comprometedoras. No se puede extender necesariamente al acceso libre y la cobertura de información sobre todo lo que tiene que ver con el país", explicó Gosper, que dejó entrever que las conversaciones se refirieron específicamente a la información de los Juegos y no al resto de los asuntos de China. Esto también causó malestar, ya que los periodistas quieren libre acceso a todo lo relacionado con el país, y no sólo con los Juegos. "Nos las tenemos que ver con un país comunista en el que existe la censura. Nos dan lo que se nos concede", agregó Gosper, y aclaró que el COI no piensa protestar ni una sola vez más con respecto a este tema: "Supongo que ya tomaron su decisión".
No está muy claro por qué el COI se dio por vencido tan rápidamente en este tema tan sensible. El encargado de negociar con el gobierno fue Gilbert Felli, el director olímpico de la organización, pero al parecer sus planteos no tuvieron respuesta favorable.
El vocero chino Sun Weide afirmó ayer ante los periodistas que el acceso a Internet será "suficiente y amplio". Aseguró también que "la cobertura de los Juegos no será perjudicada" y esquivó la pregunta sobre por qué fueron censurados los contenidos de Amnistía Internacional o el gobierno tibetano en el exilio: "Sobre esas páginas no tengo noticias". Ante la queja de un periodista, que aseguró que no pueden hacer su trabajo y que tanto el COI como el comité organizador habían prometido lo contrario, el vocero repitió imperturbable que "su cobertura de información no se verá perjudicada" Algunos periodistas recordaron las afirmaciones de Wang Wei, el vicepresidente del comité organizador chino, que en 2001, durante la campaña promocional de Pekín 2008, había dicho: "Dotaremos a los medios de amplias libertades para la cobertura de los Juegos si vienen a China".
La sensación es que está en juego la credibilidad del COI, que fue llamado a "cambiar su estrategia poco efectiva de diplomacia silenciosa e instar a acabar con la censura en China", según la organización de derechos humanos Olympic Watch. Para éstos, los 25.000 periodistas extranjeros deberían poder acceder a la información disponible, incluida la relacionada con la persecución de defensores de los derechos humanos antes de los Juegos. Además, los atletas deberían tener libre acceso a Internet.
Un senador de los Estados Unidos habla de espionaje
El republicano Sam Brownback acusó a las autoridades chinas de tener un plan para espiar a los extranjeros durante los Juegos Olímpicos. El representante de Kansas en el Senado aseguró que China "tiene listo un sistema que le permite espiar y recolectar información sobre todos y cada uno de los alojados en hoteles relacionados con los Juegos. Esto significa que periodistas, familiares de los atletas, defensores de los derechos humanos y otros visitantes serán objeto de una acción de inteligencia invasiva por parte del departamento de seguridad chino".
La Nacion
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