domingo, 3 de agosto de 2008

El dóping, ese jugador que también compite en serio

Homero, en 850 AC, relató la ingesta de distintos tipos de hongos para mejorar "la fuerza y el entusiasmo en la competencia" de los atletas que participaban hace más de 2 mil años en los Juegos Olímpicos antiguos. Hoy, en pleno siglo XXI de la era moderna, el dóping sigue siendo un fantasma que ataca desde las sombras y el doctor Néstor Lentini dice desde una de las habitaciones del departamento médico de la misión argentina en Beijing: "Si ésto sigue así, los Juegos, en lugar de una competencia de atletas, serán una competencia de compañías biotecnológicas".

La frase de uno de los profesionales que más sabe de dóping en nuestro país, médico del Comité Olímpico Argentino quien desde la década del 70 pasa sus días en el CeNARD "trabajando en la prevención y en la educación de los deportistas", como él mismo asegura, se escucha con la amplificación del mayor de los ecos en cada costado de la Villa Olímpica.

La lucha efectiva contra el doping por parte del Comité Olímpico Internacional (COI) arrancó en los Juegos de México DF de 1968 luego de que en Roma 1960, entrenándose para la prueba de ruta, tres ciclistas dinamarqueses ingirieron anfentaminas y Roniacol (vasodilatador), sustancias que determinaron la muerte de Kurt Jensen y la internación en grave estado de sus compañeros de equipo, quienes después de salvar milagrosamente sus vidas declararon: "Todos consumen algo; quizá equivocamos la dosis".

El flagelo había llegado. Y pese a que el COI tardó ocho años en efectivizarlos, los controles aparecieron para intentar "empardar" una lucha casi siempre desigual contra el poder económico pero también social (la "necesidad" de ser el mejor) que está detrás de la trampa.

Mucho se habló en los últimos meses de los distintos tipos de dóping que pueden aparecer en Beijing 2008 y en ese grupo está el genético. Salvador Bruno, otro de los médicos argentinos en los Juegos, afirma: "A mi criterio, ese tipo de dóping está en pañales y no hay trabajos serios al respecto". Sin embargo, Lentini señala: "Yo creo que se está trabajando en él pero, obviamente, no se publica nada". Claro que ambos coinciden: "Es imposible que el dóping genético salte en estos Juegos porque no hay tiempo para detectarlo".

¿Cuáles son las sustancias que aquí atacará la Asociación Mundial Antidopaje (AMA) sobre el resto de las más de 1.700 drogas prohibidas? Básicamente la preocupación estará puesta en las hormonas anabólicas, peptídicas y EPO. Las de los primeros dos tipos, como el estanozolol, la nandrolona o la insulina por ejemplo, aumentan la masa muscular y la capacidad energética mientras la EPO, que es muy difícil de detectar, incrementa el número de glóbulos rojos en la sangre y aparece ante el requerimiento de oxígeno. Claro que la suma indiscriminada de esos glóbulos rojos potencia la viscosidad de la sangre y puede ocasionar problemas cardiovasculares (el corazón trabaja de una manera más exigida), incluída la muerte.

En la misión argentina, Lentini y Bruno -así como los cuerpos médicos propios de los seleccionados de fútbol, básquetbol y hóckey sobre césped- buscan, sobre todas las cosas, crear "conciencia" en los deportistas.

Con ese objetivo, incluso, prepararon un video de 18 minutos en el que los atletas estudian la rutina de un control antidóping que, durante los Juegos Olímpicos, puede ser sorpresivo o no. Increíblemente, muchos son los que no conocen los pasos que deben seguir y en ésto tienen buena parte de la culpa de lo que pueda sucederles. ¿Por qué? Porque la Secretaría de Deporte organiza cursos gratuitos de prevención de dóping en el CeNARD y aunque el número de asistentes ha ido en aumento en los últimos tiempos (a la convocatoria anterior a los Juegos de Atenas acudieron apenas seis federaciones nacionales), los atletas, en su mayoría, les dan la espalda. Cuando ellos definitivamente se convenzan de su utilidad -y de la realidad del mundo actual-, el dóping será un término que ya no tendrá más lugar en el diccionario deportivo argentino.

Clarin

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