Llamado de atención

Las Leonas se imponían 2-0 a EE.UU., pero igualaron 2-2 y se salvaron de un córner en contra en el final; hoy, por la recuperación, frente a Gran Bretaña

Por Juan Manuel Trenado
Enviado especial


PEKIN.- En abril de este año, las Leonas jugaron cuatro partidos amistosos en una gira por San Diego, en los Estados Unidos. La serie terminó con tres victorias para las norteamericanas. El dato encendió una alarma en el cuerpo técnico dirigido por Gabriel Minadeo. Si bien todos aceptaron el crecimiento de un rival que cada día es más peligroso, el seleccionado no podía permitirse ese tipo de descuidos ante un rival que figura en el undécimo puesto del ranking. Hubo reuniones y una concentración secreta en un refugio en las sierras de Tandil, finalmente develada, con los únicos fines de apuntalar la unidad del grupo y ajustar el foco en los objetivos comunes.

Un mes después, el resultado de aquel retiro espiritual se vio en el último Champions Trophy, en Moenchengladbach, en el que la Argentina conquistó el título. La solidez y la comunión del plantel se reflejaron en la preparación para Pekín 2008.

Es una coincidencia: el mismo equipo, Estados Unidos, encendió ahora una pequeña luz de alerta en el camino que la selección transita rumbo a la obtención del único gran certamen que le falta ganar, tras los festejos en el Mundial 2002 y los Champions Trophy 2001 y 2008.

El sistema del torneo propone dos grupos de seis equipos y los dos primeros avanzan directamente a las semifinales. A la Argentina le quedan por delante los partidos con Gran Bretaña (esta noche, a las 21.30, hora argentina -8.30 de la mañana del lunes en China-), Japón, Alemania y Nueva Zelanda, en ese orden.

Si bien el empate (2-2) no pone en riesgo la clasificación, este resultado dejó al equipo en una situación sin demasiado margen para volver a cometer errores. Más allá de la bronca por la igualdad, hubo un común denominador en los integrantes del equipo argentino y fue la mirada positiva. Aceptando los errores y mostrándose dispuestos a corregirlos, pero siendo conscientes de que el partido se pudo haber ganado. "Esto no cambia nuestra planificación. Tenemos que jugar siete partidos para conseguir lo que vinimos a buscar y, al igual que en el debut, tendremos que salir a ganar contra Gran Bretaña. Hay que seguir igual", dijo con tono sereno Gabriel Minadeo. En su debut, las británicas perdieron con Alemania (1-5).

¿Qué hay que hacer en el siguiente encuentro? "Me gustó el equipo cuando Lucha [Aymar] juntó gente y después sacó la bocha para los costados. Hicimos cosas buenas y hay que tratar de repetirlas." Pero además, el entrenador argentino fue muy específico respecto del crecimiento del equipo norteamericano, a fin de suavizar los efectos del empate sufrido a seis minutos del final del partido: "Ellas han tenido un enorme crecimiento en los últimos tiempos, ya lo sabíamos. Tienen una gran variedad de jugadas fijas, juegan muy físico y mejoraron enormemente en la defensa, especialmente en las situaciones de córner corto".

Minadeo explicó que las condiciones climáticas afectaron mucho el desarrollo de las jugadas en los córners cortos (la Argentina sólo aprovechó una oportunidad de 12): "La servida se hacía lenta y nos costó solucionarlo". Ante la pregunta de un periodista norteamericano sobre cómo harían para resolver el problema en otros partidos bajo la lluvia, Minadeo fue irónico: "Seguiremos intentándolo. Y si llueve, nos mojaremos".

La capitana Magdalena Aicega tampoco dramatizó. "Claro que se pueden encontrar cosas positivas. Ganamos un punto y esto está empezando. No creo que debamos preocuparnos, no hay motivos para caernos, cuando queda tanto por delante."


Rebecchi y su bronca por la estadística
Apenas finalizado el partido y en una zona mixta al aire libre, bajo una lluvia torrencial, Carla Rebecchi fue de las más enojadas por el resultado: "La verdad es que cuando ves los números de tiros al arco de los dos equipos te da bronca. Tuvimos muchas más chances y no las concretamos".

La Nacion